Ahora que termina 2020 y estamos a punto de iniciar un nuevo año, los propósitos se suelen acumular en nuestra lista de planes, proyectos e ideas para implementar en este 2021.
Cuando hablamos de niños y adolescentes, el estudio y la planificación escolar casi siempre tiene un lugar destacado en estos nuevos propósitos.
Son muchas las familias que desean ayudar a sus niños, niñas y adolescentes a mejorar su planificación en el estudio, pero no saben cómo abordarlo sin discutir.
Para ello os facilitamos un calendario descargable mensual, de enero de 2021 a diciembre de 2021, además de calendarios semanales, para poder imprimir y que sirvan para mejorar esta organización y planificación.
Te dejamos el enlace para su descarga gratuita al final de este artículo, pero primero nos gustaría compartir contigo algunas claves que puedan ayudarte a introducir su uso en casa.
Abordaremos porqué es importante contar en nuestro día a día con planificadores semanales y mensuales y facilitaremos unos tips que nos ayuden para poder llevar a cabo una buena gestión de estas herramientas:

 

✓ Organizar nuestras tareas requiere tiempo

 Una de las claves para lograr un mayor rendimiento en las tareas que llevamos a cabo consiste en saber organizarse.

Las prisas, la falta de tiempo, realizar varias actividades a la vez o poner el cerebro en modo “multitarea” nos lleva al desequilibrio y a la frustración y nos impide obtener unos resultados óptimos.

Una buena idea es plasmar en una hoja todas aquellas tareas que tengamos que realizar a lo largo de la semana y poder dedicar unas horas al final de la semana o al comienzo de esta para organizar cuándo, cómo y dónde vamos a llevar a cabo dichas tareas.

 

✓ Anota en tus planificadores las fechas que ya conoces.

 Es decir, si ya conoces la fecha en la que tendrás un examen, anótalo para poder tenerlo presente.

Si tienes un partido de fútbol una tarde con tus amigas y ese día no podrás estudiar, anótalo también en tu planificador para saber con qué días no puedes contar para estudiar.
Si por ejemplo, será el cumpleaños de tu padre y vais a celebrarlo el sábado con toda la familia, es adecuado que lo tengas en cuenta a la hora de planificar tu semana, ya que el tiempo dedicado al ocio, tus amigos, tu familia o tus aficiones también es importante y debe tener su lugar en tu planificador semanal y mensual.

 

 

 

 

 

✓ La importancia de ser minucioso.

 Tendremos más sentimiento de control sobre nuestras actividades cuanto más concretos seamos.

De manera que, si un día tenemos un examen, no solo debemos anotar cuántas horas dedicaremos al estudio de este, si no también qué tiempo de descanso emplearemos en el estudio, qué más actividades tenemos que llevar a cabo ese día, etc.

 

✓ Ser realista

 Es importante ser realista y no sobrevalorar nuestra capacidad. Si a última hora de la tarde ya estamos muy cansados y el tiempo no nos cunde igual, es importante tenerlo en cuenta. Conocernos nos ayudará a planificar las tareas más complejas en los momentos en los que estamos más despejados.

 

✓ Revisa tus planificadores

 Revisa si estás cumpliendo tu planificador y si no es así, ajusta tu plan para que cada vez te salga mejor.

Empezar a hacer algo nuevo, como aprender un idioma, un deporte o usar planificadores, necesita un tiempo de aprendizaje.

No desistas si no te sale bien a la primera o no consigues ajustarte a tus planificaciones al principio, poco a poco irás conociéndote mejor y aprendiendo más acerca de cómo te organizas, dónde se va tu tiempo o los momentos en los que tienes más energía.

Introducir un hábito nuevo necesita tiempo y repetición.

 

✓ Trabajamos mejor por bloques

 Organízate las tareas por bloques temáticos o asignaturas.

Cada tarea necesita un tiempo para entrar en ella, concentrarnos, conocer bien lo que estamos realizando y lo que nos piden. Si en tus planificadores cambias cada poco tiempo de asignatura o tarea, no tendrás suficiente el suficiente espacio para concentrarse y conseguir desarrollar el trabajo con éxito.

 

✓ Prepara los materiales.

 Es importante tener preparado de antemano todos aquellos utensilios que vayamos a necesitar para ejecutar nuestras actividades.

En los planificadores podemos anotar qué cosas vamos a necesitar cada día y cuándo podemos ocuparnos de ello.
Por ejemplo: Lunes a las 17.00h, después de ir a baloncesto, dedicaré 30 minutos para imprimir los apuntes de X asignatura.

De esta manera, cuando nos pongamos con nuestras actividades contaremos con todo el material necesario y esto nos evitará caer en distracciones.

 

 

 

 

✓ Priorizar

 Nuestro tiempo personal es valioso y debemos tratarlo como tal.

Deshazte de tareas que no sean relevantes si esto te va a ayudar a tener más tiempo para ti. No podemos llegar a tiempo a todo y por ello es importante analizar qué tareas son prioritarias en cada momento.

Te recomendamos tener en cuenta dos variables a la hora de priorizar las tareas en tu planificador:

1-Por un lado, la urgencia de cada tarea. Es decir, tendrás que atender antes las tareas que sean más urgentes.
Si tienes que entregar varios trabajos es importante que tengas en cuenta la fecha límite para presentarlos y el tiempo que estimas que te va a llevar. Y de esa manera, tener en cuenta cuándo realizarlos en tu planificador.

2-Por otro lado, la importancia. No todas las tareas son igualmente importantes. Te recomendamos comenzar cada día por las más importantes, ya que si surge algún imprevisto o ese día no rindes tanto como quisieras, te asegurarás de haber completado las tareas más importantes.

 

✓ Elimina distractores

 Silencia las notificaciones del móvil, evita los ruidos o música que te pueda distraer, mantén recogida tu habitación para poder trabajar con comodidad.

Cuestiones tan sencillas como eliminar distractores pueden hacer una gran diferencia a la hora de ser más productivo.

 

✓ Establece horarios reales y pon tu foco de atención en el presente.

 Los planificadores semanales e incluso diarios nos ayudan centrarnos en el aquí y ahora y nos dan sensación de control. Concretar actividades a largo plazo puede resultar frustrante.

Es mejor ir estableciendo nuestras actividades en períodos concretos de tiempo, dejando siempre un margen de error y teniendo en cuenta que los imprevistos forman parte del día a día.

Te recomendamos dejar horas o incluso días libres en tu planificador para poder utilizar ese tiempo si surgen imprevistos.

Si por ejemplo una tarea te toma más tiempo del que habías previsto inicialmente, es adecuado que haya un espacio en blanco en el planificador en el que no exista nada que hacer para poder recuperar las tareas que habíamos previsto pero no hemos podido llevar a cabo.
O puede que un día estemos muy cansados, incluso que nos pueda doler la cabeza, o que un amigo al que hace mucho tiempo que no vemos nos proponga quedar y nos saltemos una tarde de estudio. Esos imprevistos forman parte del día a día y es por ello que los planificadores tienen que tener espacios libres reservados para recuperar las tareas que no podemos realizar por cualquier cuestión.

 

 

 

 

 

 

 

✓ La autoexigencia sin límites no es una buena compañera de viaje.

 Prepara tus descansos, realiza actividad física y de ocio, establece objetivos reales. Es imposible tener muchos objetivos y hacerlos todos perfectos. Por ello, debemos ser minuciosos y hacer las cosas bien, pero teniendo siempre presente que la perfección puede desembocar en frustración.

Es mejor comenzar con pocos objetivos pero realistas y que seamos capaces de completar, que realizar una planificación perfecta pero que no seamos capaces de cumplir, nos frustre y terminemos abandonando.

 

✓ Estrategias para liberar tu mente

 ¿Cuántas veces hemos estado realizando una actividad y nos ha venido a la cabeza todo lo que teníamos que hacer después? O, ¿Cuántas veces no hemos podido realizar una actividad porque estábamos pensando en qué no se nos debían de olvidar otros asuntos?

El uso de planificadores nos ayuda a tener la mente despejada puesto que escribimos en ellos todas aquellas cosas que tenemos que realizar y aquellas cosas que queremos recordar.

Lo que no está escrito se olvida o entorpece nuestros pensamientos y esto genera frustración y dispersión. Por ello, el ir anotando aquellas tareas que tenemos que hacer nos hará reducir ese estrés ligado a la sensación de “no poder olvidarnos de nada”.

 

✓ Marca las tareas completadas

 El ir tachando actividades de la lista nos provoca una sensación de control y nos motiva, puesto que nos ayuda a darnos cuenta de cuántas cosas conseguimos llevar a cabo a lo largo del día o de la semana y darnos cuenta de que cumplimos nuestros objetivos gracias a una organización correcta.

Tachar es sinónimo de haber cumplido con algo que era importante para nosotros, y nos hace sentir responsables y orgullosos.

Si cada día se quedan cosas sin tachar de la lista, deberemos reorganizarnos y establecer prioridades. No somos perfectos y no podemos abarcar mil tareas en un solo día. Además, esto nos permitirá también analizar por qué esa actividad no consigo tacharla (me resulta difícil, necesito dedicarle más tiempo, necesito ayuda externa para poder llevarla a cabo, etc). En estas situaciones debemos analizar qué nos está impidiendo llevar a cabo esa tarea para solucionarlo, puesto que si seguimos apuntándola en nuestro planificador sin conseguir completarla nos sentiremos frustrados y terminaremos por “dejarla de lado”.

 

 

 

 

 

 

 

✓ Dosificar las tareas más desagradables o aburridas

 Los planificadores nos permiten dividir las tareas y esto nos ayudará a dejar de “procrastinar”.

Hay tareas que nos resultan más difíciles o aburridas, pero si a lo largo de la semana dedicamos un poquito a esas actividades, al final de la semana habremos trabajado mucho en esa tarea, pero en pequeños pasos. Esto supondrá un refuerzo para nuestra autoestima y nos hará sentirnos capaces de volver a afrontar otras tareas que no sean tanto de nuestro agrado, porque ya tendremos la experiencia de que “pasito a pasito” podemos lograr grandes cosas.

 

✓ Contar con estas herramientas es también un ejercicio de respeto y amor propio

 Dedicamos tiempo a analizar qué cosas tenemos qué hacer o a qué cosas queremos dedicarle más tiempo, permitiendo a nuestro cerebro dedicar recursos a otras actividades.

Nos volvemos conscientes sobre aquellas tareas que nos hacen bien, aquellas tareas en las que necesitamos invertir más tiempo, aquellas tareas que deberíamos dejar de priorizar…

Debemos ir añadiendo actividades a nuestra lista de la manera más realista posible, por ello, podemos juntar las actividades de estudio y también las de ocio en un mismo planificador. Esto nos dará una visión más concreta y real de todas aquellas cosas que vamos a llevar a cabo.

Esperamos que estas estrategias puedan ayudarte a organizar mejor tus tareas y, sobre todo a aumentar tu productividad, es decir, conseguir mejores resultados utilizando menos tiempo y aumentando tu sensación de control. De esta manera, podrás dedicar más tiempo a tus aficiones, familiares o amigos y disfrutar del resto de planes.

Si quieres descargar gratuitamente nuestros planificadores mensuales y semanales para 2021 puedes pinchar aquí.

Artículo de Sarah Leal Gómez y Verónica Pérez Ruano
Calendarios descargables de Sandra Ciscar Díaz