Cómo ayudar a los niños y niñas con los deberes desde casa

En estos días tan particulares que estamos viviendo, en los que el confinamiento forzado es una realidad debido a la crisis del COVID-19, en que los niños tienen que realizar numerosas tareas escolares desde en casa, fichas, ejercicios, aprendizajes, trabajos, en los que el acompañamiento al estudio no siempre es fácil…

Desde Raíces Psicología Respetuosa queremos contribuir a dar una serie de pautas acerca de técnicas de estudio contrastadas que pueden ser útiles a los padres y madres, como guías a la hora de acompañar y supervisar a sus hijos e hijas los deberes, tareas escolares y estudio ante los exámenes.

Son días en los que las exigencias a los más pequeños han aumentado considerablemente:

No pueden salir de casa, no está permitido jugar con sus amigos y amigas, no tienen clases ni el apoyo del profesorado para realizar sus deberes y tareas, tienen que estudiar solos, sus padres están en casa pero muchos de ellos tienen que teletrabajar, por lo que no pueden atenderles en sus horas de estudio…

Son días complicados, que pondrán a prueba nuestra paciencia y capacidad de aguante. Pero que terminarán.

Mientras tanto, aquí os dejamos las técnicas facilitadoras del estudio que podéis implementar con vuestros hijos e hijas para acompañar las tareas, deberes y el estudio.

12 pasos para saber cómo ayudar a los niños con los deberes desde casa

1º) TENER ACTUALIZADA LA AGENDA:

Es importante valorar nuestra capacidad de memorización pero por si acaso ésta tuviese algún descuido, ya que con el paso del tiempo, se pueden cometer errores, es recomendable (tanto para los días en los que sí hay asistencia al cole como en los que no), procurar apuntar las tareas, en el momento que lo dice el profesor, o al terminar la clase, en cada asignatura. También escribir, si nos indican que traigamos algún material, fecha de entrega de trabajos, fechas de exámenes u otras tareas, es importante apuntarlo en el momento en la medida de lo posible. De forma que todo queda por escrito, como segunda comprobación por si se nos olvida algo, de esta manera hay más probabilidades de no caer en olvidos.

En estos días en los que no vamos a clase y todas las tareas quedan registradas, puede ser un buen momento para comprobar que si están por escrito nuestra tareas y deberes es más difícil que se nos olvide nada.

Es recomendable que sean los propios niños y niñas los que se encarguen de ver trabajos tienen para ese día y se responsabilicen de su propia agenda.

2º) COMENZAR POR LAS TAREAS MÁS DIFÍCILES:

Aquellas tareas que requieran más tiempo de estudio, problemas, conocimientos nuevos, todo aquello que piensen que va a requerir un mayor esfuerzo o simplemente les gusten menos, son por las que es recomendable comenzar.

¿Por qué? Porque al comenzar, el potencial de las capacidades del cerebro: atención, asimilación, comprensión, posibilidad de relacionar unos conocimientos con otros, memorización, etc. y, también nuestros sentidos se encuentran en su máximo nivel, tanto en sus posibilidades, como en su capacidad energética. Según vaya transcurriendo el tiempo y haya sido la intensidad del trabajo, irán dando comienzo las primeras manifestaciones de fatiga y merma de facultades.

3º) DEJAR PARA EL FINAL:

Es recomendable dejar para el final las tareas más sencillas para el estudiante o que le gusten más o en aquellas en las que tenga más facilidad de realizar como pueden ser: realización de mapas, dibujos, manualidades u otras. Además, durante su realización, si le gusta, puede poner música de fondo.

¿Por qué? Al estar, lógicamente, más fatigado; el esfuerzo necesario para realizarlas es menor pero en cambio la motivación será más elevada, por lo que facilitará su desempeño.

4º) INTRODUCIR BREVES PERÍODOS DE DESCANSO:

Los descansos son necesarios para rendir bien en el estudio. Cada niño, niña o adolescente es diferente y tendrá que adaptar sus horas de estudio y descansos programados a su capacidad atencional, edad y capacidad de concentración.

De manera genérica podríamos dar una serie de recomendaciones para introducir los descansos en los periodos de estudio:

Tras la primera hora de trabajo, es conveniente realizar un descanso de algo menos de 10 minutos. Mientras que después de la segunda hora, este parón puede ser entre 10 y 15 minutos de duración. Y tras la tercera hora de trabajo, es recomendable que se hagan 15 minutos de descanso.

Por otra parte, es importante señalar que no es conveniente estudiar más de ese intervalo de tiempo que comentamos (3 horas), en una sola tarde. A no ser, que sea estrictamente necesario.

Por ello es tan importante llevar el contenido del estudio al día y no dejar para el último día gran cantidad de temario que nos haga tener que aumentar las horas de estudio, con la consiguiente bajada del rendimiento.

También, tenemos que tener en cuenta que el nivel de cansancio y fatiga pueden hacer que no vaya a haber, apenas, un aprendizaje útil si se aumentan estos tiempos. A su vez, esto genera que la probabilidad de olvidar pronto esos conocimientos sea alta.

La capacidad atencional y de concentración, así como la memoria, se reducen con la fatiga y supone un mayor esfuerzo mantenerse en la tarea.

Por ello, el descanso también forma parte del proceso de estudio y aprendizaje, es una parte imprescindible, ya que nuestro cerebro, durante este periodo, se encuentra asimilando, asentando y relacionando el nuevo aprendizaje con otros conocimientos anteriores, de forma que va creando relaciones que favorecen la retención de información durante un tiempo más prolongado.

En estos momentos de descanso de los que hablamos, es aconsejable levantarse, pasear, charlar con alguien o ir a por un vaso de agua, por ejemplo.

Es recomendable cambiar de espacio y ambiente para cambiar de escenario y poder volver con energías renovadas, siempre teniendo en cuenta el tiempo que hemos comentado para ello, siendo de menos de 10 minutos tras la primera hora, entre 10 y 15 minutos después de la segunda y de 15 minutos al finalizar la tercera hora de estudio.

Por ello, tenemos que ser conscientes que son actividades que vamos a ser capaces de cortar pasado ese tiempo para volver a la tarea, ya que, si se alargan en el más de lo pautado, podemos presentar mayores dificultades para volver al nivel de atención y concentración que teníamos antes de ello.

Además, los descansos prolongados pueden favorecer que interfieran otros factores a la hora de retomar el estudio como la pereza o aparezcan otros intereses más apetecibles como redes sociales o tecnologías, que ocupan tiempo y nos alejan del estudio.

5º) ESTUDIAR ACOMPAÑADOS DE MATERIAL PARA ESCRIBIR:

Es recomendable trabajar con papel y boli al lado del material de estudio para ir tomando anotaciones.

¿Por qué es importante? Porque, al ir tomando notas, según se estudia, se puede ir fijando la atención, en mayor o menor medida sobre términos o conceptos que puedan resultar difíciles de entender.

Somos más conscientes de los contenidos que nos resultan difíciles, mucho más que si lo realizáramos con una lectura rápida sobre el tema.

De esta manera, se consigue fijar la atención de forma más eficaz en los contenidos más complejos o problemáticos, ofreciéndonos la posibilidad de repetir estos conceptos, lo que ayudará en el proceso de memorización y recuerdo.

De esta manera estamos consiguiendo sumardos fuentes de captación de la información: Por una parte, la visual (tras la lectura) y por otra, la cognitiva (a través del acto de la escritura realizada).

Si, además, también se da el caso de decirlo en voz alta, se podrá sumar a las dos anteriores fuentes de captación de la información, la memoria auditiva. Todo ello, contribuye a la mejora del aprendizaje.

6º) HACER UNA LECTURA DEL ÍNDICE:

Esto, nos ayuda porque aporta una visión general del tema a abordar, así como de los subtemas implicados en el mismo. Nos ayuda a situarnos y a generar un encuadre para el estudio, que a su vez ayuda a que cuando vayan apareciendo esas temáticas de forma más concreta y extensa a como estaban representadas en el índice, ya nos suenen y tengamos la base de a qué bloque pertenecen, como nuestro eje de referencia, como si fuera nuestro mapa de viaje con las indicaciones de todo lo que vamos a encontrar cuando lleguemos a los lugares, y al llegar a ellos lo vamos viendo de forma más desarrollada.

Siempre podemos volver al índice durante el estudio. Revisar los contenidos por los que hemos avanzado y ver lo que nos queda por estudiar.

Además de dar una visión global del contenido y no estudiar páginas de manera inconexa como si no tuvieran relación entre ellas, facilita que el alumno sea consciente del tiempo que es necesario invertir para estudiar cada parte, que subíndice consume más tiempo o qué contenidos le resultan más fáciles o difíciles.

En definitiva, se favorece un aprendizaje global del tema, un encuadre del contenido y un aprendizaje previo de la temática que faciliatrá su aprendizaje más amplio y desarrollado posteriormente.

7º) HACER UNA LECTURA COMPLETA DEL PÁRRAFO:

La idea es leer un párrafo completo, intentando en todo momento, conseguir una lectura comprensiva del texto.

Para ello, es importante que si se encuentran palabras que no se comprenden durante la lectura, se proceda a buscarlas en el diccionario con el fin de entenderlas y así poder comprender el texto, incluso si nos resulta más sencillo se pueden buscar sinónimos o palabras que reflejen lo mismo pero que favorezcan que comprendamos lo que está escrito y poder transmitir ese conocimiento con nuestras palabras, en lugar de repetir las mismas palabras o frases sin llegar a entender lo que quiere decir.

De manera general, podríamos decir que con dos o tres palabras no entendidas en un texto es casi imposible entender el significado del mismo.

8º) REPETIR LA LECTURA:

La repetición de la lectura las veces que sean necesarias, facilita la capacidad de retener información, así como la comprensión del texto en su totalidad.

9º) SUBRAYADO:

La técnica del subrayado, facilita realizar una lectura comprensiva, en la que la atención tiene que estar forzosamente en el texto para poder subrayar lo más importante.

Se pueden utilizar colores para las ideas clave, favoreciendo el foco de atención y la capacidad de síntesis, así como la discriminación entre ideas principales y secundarias, lo que mejora la comprensión, la memoria visual.

De esta manera se hace más sencillo el recuerdo de la información y la realización de los esquemas

10º) HACER ESQUEMAS:

Tras los pasos anteriores, cuando la persona considere que se sabe, más o menos, un tema o una lección, es un buen momento para realizar un esquema con aquellos términos que le ayuden a recordar las ideas más importantes de lo recientemente aprendido.

Para ello, es clave diferenciar bien la idea principal y las ideas secundarias.

Es aconsejable la utilización de términos concretos o significativos, que el niño o jóven sepa y maneje, que le ayuden a recordar el resto.

Repetirlo un par de ocasiones, ayudará a afianzar el conocimiento.

Los esquemas favorecen la capacidad de síntesis de la persona, así como ayudan a fijar las ideas, además de servir de repaso y afianzar los conocimientos.

En algunos casos, los diferentes colores utilizados en los esquemas favorecen la memoria visual, a la hora de recordar detalles del tema o palabras clave que ayuden a desarrollar el resto de la lección, evitando olvidos.

11º) AFIANZAR CON UN REPASO:

Es necesario afianzar el aprendizaje con los repasos. Esto consiste en centrarse en releer el texto e intentar memorizar el esquema realizado anteriormente.

12º) EXÁMENES:

Siempre es más eficaz, empezar a preparárselos con alrededor de 2, 3 ó 4 días de antelación (siempre dependiendo de cuál sea su grado de dificultad).

Durante ese periodo previo, el estudiante podrá ser más consciente de cuáles son los conceptos que no le han quedado suficientemente claros, o qué definiciones se le olvidan con más facilidad, teniendo tiempo para aclarar dudas, repasar estudios o preguntar a los profesores a cerca de las dudas existentes.

Por ello, el mejor sistema para estar tranquilos ante un examen, es llevarlo bien estudiado.

Esperamos que os puedan resultar de utilidad este artículo sobre cómo ayudar a los niños y niñas con los deberes desde casa con técnicas facilitadoras del estudio.

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Autoras: María Luisa Díaz y Henar Íñigo Serna, Psicólogas de Raíces Psicología Respetuosa.